El otro día en TV escuché sobre un estudio científico que habría demostrado que tomar café antes de hacer ejercicio ayudaba a adelgazar. ¡Cuál no fue mi sorpresa! cuando indicaron que el número de individuos involucrados en la experiencia había sido 15.
Continuamente salen personajes en todo tipo de noticieros, nombrados científicos con gran rimbombancia, prediciendo lo que va a ocurrir con la pandemia que sufrimos dentro de cierto tiempo, o calculando cuánto tiempo deberá de transcurrir para que las vacunas nos inmunicen etc.
También se atreven a predecir en una estrecha horquilla, con décimas de grado, la temperatura, así como el aumento del nivel de los mares y océanos que se producirá dentro de 30 años debido al cambio climático.
Ocurre también en el ámbito de las ciencias sociales donde se usan opiniones, sin el debido contraste documental, para hacer afirmaciones históricas que más parecen dichas por hooligans, cuando les cae bien o mal un determinado personaje histórico o gobierno, que por un mal llamado historiador.
Un verdadero científico no podría parar de reír cuando le mostraran un estudio basado en 15 experiencias, pienso que ni lo leería, si lo hiciera sería para cachondearse un poco y tacharía de adivinos, meros quiromantes o astrólogos, a los que hacen ese tipo de predicciones para lo que va a ocurrir dentro de unos meses con la pandemia, o dentro de 30 años con las temperaturas. Y respecto a las afirmaciones históricas los que las hacen, más que leer libros de cierta enjundia, han paseado panfletos si ningún rigor entre sus axilas.
Por otra parte los científicos no se suelen llamar a sí mismo como tales, suelen ser personas humildes, y prefieren llamarse investigadores o experimentadores, pues realmente eso es la ciencia una manera de adquirir el conocimiento preguntándole a la naturaleza mediante experimentos controlados o a lo ocurrido en el pasado mediante documentos contrastados y procedentes de diversas fuentes.
No conozco ninguna universidad que imparta el titulo de científico, como ninguna escuela de futbol otorga a sus alumnos el título de goleador, les enseña una serie de técnicas de trabajo y entrenamiento que les preparen para meter goles y es que precisamente eso es la ciencia.
La ciencia es un método de trabajo basado en la observación y la experimentación cuantitativa, que duda del principio de autoridad, ¿para qué vamos a dejar de caer una piedra gorda y otra pequeña, desde lo alto de una torre , para ver cuál llega antes al suelo? si Aristóteles ha dicho que llega antes la gorda. Del sentido común, parece que la Tierra está fija y el Sol se mueve describiendo un arco en el cielo de este a oeste; y de lo políticamente correcto, las opiniones que llenan los medios de comunicación, con las que debemos de comulgar para poder ser aceptados en la sociedad como ciudadanos normales y no como extremistas retrógrados.
Es más científico un hortelano, sin estudios, que experimenta con las cantidades de abono y sus tipos para maximizar su producción de tomates, si lo hace con mucho rigor para sacar sus conclusiones, que un climatólogo que se atreve a adivinar el tiempo dentro de 30 años.
Los objetivos de la ciencias experimentales son dos en primer lugar predecir lo que va a pasar y en segundo explicar las razones por las que va a ocurrir.
Una vez plantado el problema y realizadas un número de experiencias suficientes en términos estadísticos, que siempre debe ser muy grande para poder sacar conclusiones, se procede a interpretar los datos.
Las primeras explicaciones de los hechos se llaman hipótesis, que son provisionales y tienen que poder ser contrastadas experimentalmente para considerarlas como tales.
Una vez que se ha comprobado experimentalmente una hipótesis, muchas veces y en distintas condiciones y se ve que se cumple siempre, esta hipótesis se convierte en ley, pero aunque esta ley se cumpla siempre, con que una vez no se cumpla hay que abandonarla y probar una nueva hipótesis.
También existe una regla de oro para la investigación científica: “Una investigación no debe estar subvencionada por una empresa o grupos de empresas cuyos intereses económicos se puedan ver favorecidos por los resultados de la investigación”, cosa muy común en los trabajos médico -farmacéuticos. Aunque esto es difícil que no ocurra en el mundo actual por el poco porcentaje del PIB que dedican en la actualiad a I+D+i los distintos gobiernos, particularmente el de España.
Al conocimiento científico, por tanto, se llega tras un proceso lento y laborioso, aplicando un método riguroso que nos permite llegar a la verdad. Por eso la ciencia no admite atajos en su desarrollo y todos los atajos a los que recurramos lo que hacen es pervertir la ciencia y por lo tanto el conocimiento. No vale adivinar cuando habrá terminado la pandemia, o qué tiempo hará dentro de 30 años. Eso no es ciencia, aunque puede, que como el adivino, en algunos casos acierte.
Autor: Paco Rojas