Entrevista a Mateo Porras Dueñas

Presentación

Mateo Porras Dueñas, …. (datos biográficos)

Nacido en Pozoblanco en 1960, realicé la enseñanza elemental en el Colegio Salesiano de Pozoblanco, continué los estudios de bachillerato en el “IB Pozoblanco”, inicialmente sección delegada del instituto de Peñarroya-Pueblonuevo y que posteriormente se denominó “IES Los Pedroches”. Seguidamente estudié la licenciatura en Ciencias Químicas y el curso de adaptación pedagógica, lo que me permitió realizar las oposiciones de profesor de bachillerato. Comencé mi trabajo como profesor de Física y Química en institutos de la provincia de Jaén y en Pozoblanco hasta conseguir el primer destino definitivo en la provincia de Sevilla, consiguiendo dos años después plaza en el IES Los Pedroches, donde he prestado mis servicios hasta llegar la jubilación.

Cuando comencé a trabajar como profesor, me di cuenta de la dificultad de este trabajo, en el que por mucho que te esfuerces, siempre se puede mejorar el resultado. Por ello, siempre he procurado formarme para mejorar la práctica docente, destacando principalmente dos aspectos: la didáctica en la enseñanza de las ciencias y la aplicación de las nuevas tecnologías. Esta obsesión por la aplicación de las TIC me llevó a estudiar la Ingeniería Técnica en Informática.

Esta doble formación, tanto por la Física y Química como por la Informática, ha sido muy gratificante para mí, al poder desarrollar estas dos materias tan atractivas, prácticas e interesantes, pero también creo que para el centro, ya que he podido servir de “comodín” al ajustar el horario del profesorado del centro.

Mateo…. ¿Cuál era tu asignatura favorita en tus tiempos de estudiante?

Yo siempre prefería las materias de ciencias, pues entendía que aplicando unas leyes sencillas se podía superar la materia y además estas áreas te ayudan a comprender por qué ocurren ciertas cosas en la vida cotidiana. Quizás la asignatura que me resultaba más atractiva en el Instituto era la Física (en aquellos tiempos desconocía la existencia de la Informática).

Siempre hemos tenido la sensación de que detrás de ese hombre de ciencias, se esconde un gran humanista, un señor culto en el sentido más amplio de la palabra. Tu cultura procede de numerosas horas de estudio, pero también de infinitas experiencias adquiridas en contacto con la naturaleza, con tu dehesa…  Y es que Mateo es, al mismo tiempo, un maestro de la Física, la Química, la Informática…. , pero también un defensor a ultranza de lo nuestro, convencido de que es en nuestro entorno donde radica la riqueza y el futuro de nuestra comarca. Mateo, ¿qué te puede más, tu amor a las ciencias o tu pasión por el campo?

Siempre he sido un enamorado de las ciencias experimentales ya que siempre me ha interesado conocer por qué ocurren las cosas en la naturaleza, pero la verdad es que creo haber conseguido compaginar este sentimiento por las ciencias y a admiración por nuestra comarca. Al nacer en una familia dedicada a la actividad agraria, desde muy joven la he valorado, incluso en aquellos tiempos en que estaba tan infravalorada. Pero fue cuando salí del pueblo, para estudiar y luego trabajar, cuando descubrí realmente la importancia de la actividad ganadera de nuestra comarca, así como las prácticas agrarias, las cuales han permitido la creación y el mantenimiento de nuestras dehesas, de tanto interés medioambiental. En la actualidad estoy muy orgulloso de vivir en la comarca de Los Pedroches y de contribuir, modestamente, al mantenimiento y mejora de este maravilloso lugar.

¿Cómo ha cambiado tu vida desde que dejaste el instituto?

Para mí, dejar el Instituto fue un accidente, aunque ya desde el mediados de curso podía solicitar la jubilación y hablaba con normalidad sobre la llegada del momento, en realidad no lo tenía ni asumido ni aceptado, pero la pandemia lo aceleró todo y lo solicité el día que nos confinaron en casa. Los cambios que se han producido han sido muy extraños, ya que la particular situación que vivimos en el día a día enmascara y difumina todo lo demás.

¿Qué echas de menos?

Muchas cosas, después de más de treinta y seis años trabajando con interés en una profesión, la jubilación deja un gran vacío. Echo de menos la relación con los alumnos, con los compañeros, la búsqueda y diseño de actividades para el aula, la organización de la actividad del centro, la plataforma… No te puedes hacer una idea de las cosas que se echan de menos, hasta la lectura de las novedades de la Consejería

A lo largo de tu vida profesional, han sido muchos los cambios que ha experimentado la educación, ¿qué crees que es fundamental que exista en el sistema educativo?

Se han producido muchos cambios y cada uno de ellos creo que ha añadido una complicación tanto para el profesorado como para los alumnos y las familias. Creo que se ha perdido la sencillez y la simplicidad, gastándose una gran cantidad de energía en cosas poco productivas, como por ejemplo la burocracia para el profesorado, las dificultades para el alumnado en la elección de los itinerarios y optativas, o la dificultad de las familias par conocer el propio sistema educativo.

Personalmente creo que el sistema educativo debería ser más simple, para ser entendible por todos y así poder dedicar todos los esfuerzos a lo que es verdaderamente importante, la formación y progreso del alumnado.

¿Qué han aportado tus alumnos y tus compañeros a tu vida personal?

Siempre me he sentido muy bien valorado por los alumnos, lo que me ha ayudado a mantener la ilusión en el trabajo y la motivación para continuar formándome y mejorar mi trabajo. Los compañeros me han aportado mucho, he encontrado verdaderos amigos.

Has dejado una huella muy difícil de borrar, no solo por tu buen hacer como docente, sino por tu personalidad serena, pacífica, conciliadora, eres el que desliabas los líos, el que buscaba la alternativa perfecta… ¿Qué ha sido lo más difícil para ti, lo que más trabajo te ha costado asumir?

Bueno bueno, eso es que me miras con buenos ojos. En la organización de un centro se suelen presentar problemas de complicada solución, en estos casos, creo que lo mejor es utilizar el sentido común, olvidarse de lo personal y buscar la solución que mejor se adapte al bien común.

Pero siendo sincero, lo que más me costó asumir son algunas decisiones arbitrarias de la administración para tumbar algunos proyectos, perfectamente viables y de mucho interés para el centro y su entorno.

Durante tu trayectoria profesional, has pasado varios años en el equipo directivo…. ¿Cuál crees que es el secreto para que el equipo directivo funcione?

Creo que no hay secretos, se trata de trabajar en equipo, buscar consensos, escuchar mucho y colaborar en actividades en las que se pueda aportar algo.

¿Cambiarías algo de tu vida profesional?

En el día a día de nuestro trabajo, cuando salimos de clase y reflexionamos sobre lo ocurrido, vemos posibles mejoras sobre lo realizado e inmediatamente pensamos en cambiarlo para la próxima, pero esa mejora no la hubiéramos encontrado sin la experiencia anterior. Igualmente, en la vida profesional encontramos acciones mejorables, pero sin la experiencia de haberlas realizado ni se nos ocurriría mejorarlas.

Personalmente creo que he tenido un buen trabajo, que me ha encantado realizar y en el que he puesto mucha ilusión. Estoy muy contento de haber trabajado en mi pueblo y en mi instituto.

Y si digo nocturno… ¿Qué te viene a la mente? ¿Y al corazón?

Como es natural, conocí el nocturno hace muchos años, pero realmente lo descubrí cuando se implantó la ESPA semipresencial. Creo que en las enseñanzas adultos, ha habido dos momentos  de gran interés, la implantación de la ESPA semipresencial y el del ciclo formativo de Gestión Administrativa, son dos momentos en los que se ha incrementado la utilidad de estas enseñanzas para la formación de las personas a lo largo de su vida, en la primera al permitir la obtención del titulo de la  ESO a personas que dejaron los estudios hace años y el segundo al facilitar especialización y la titulación de técnico a las personas que ya pasaron la edad escolar.

Es de esta etapa del nocturno de la que me siento más orgulloso y en la que mejor me he encontrado, comprendo que estas enseñanzas conllevan mucho trabajo de organización y un horario poco atractivo, además de requerir la continua motivación del alumnado para que éste no abandone. Pero todas estas dificultades se compensan sobradamente al observar los avances que se producen en los alumnos, y la utilidad social de estas enseñanzas para personas adultas.