Ya no se escuchan cantos de minas, pero hubo un tiempo en que la mina agotaba pulmones y mantenía familias. Nuestros chicos de primero de ESO se han acercado en Almadén a un mundo que les queda lejos pero que debemos mantener en la memoria. Tras la llegada al centro de recepción de visitantes pudieron conocer los pozos de explotación de cinabrio, recorriendo sus increíbles galerías con el tren minero subterráneo. Gracias a Doña Reme, Doña Ana Tena y Don Antonio por saber ser y estar.
Minas
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