Llegó el momento de la purpurina, de las luces de colores, de los árboles de Navidad, de esos belenes que entrañan la fe para unos y la tradición para otros. Las mesas están trufadas de manjares y de comida apetecible para todos, pero también es el momento de mirar las sillas vacías, esa metáfora visual de las ausencias, de personas que nos acompañaron y ahora ya viven en nosotros. La tristeza se mezcla con la ilusión de celebrar, el no quiero con el debo y un sinfín de emociones, pero la vida impone un ritmo y unas ganas, nos atropella y nos convierte en niños. La Navidad es reencuentro, es la risa, la emoción, los ojos brillantes, la palabra bonita, el frío, la chimenea, el calor, los olores, los abrazos, la mirada diferente, el “no quiero discutir”, el “deseo ser feliz”. Vivamos nuestra Navidad como mejor podamos, pero con ganas y con la mirada de ese niño que en los brazos de sus padres observa a los Reyes Magos. ¿Lo intentamos?
Todo el Claustro del IES Los Pedroches les desea feliz Navidad e ilusionante año nuevo.
